Bajo la quietud de un fresco amanecer, muchas personas llegan a la cabecera municipal de Cuicatlán, en busca de poder vender toda su mercancía, pues con esas ganancias buscan llevar el sustento a casa, vienen de distintas comunidades aledañas, Santos Reyes Pápalo, San Pedro Jocotipac, San Pedro Chicozapotes, San Francisco Tutepetongo, por mencionar algunas.
Frutas, verduras, legumbres, sin poder faltar el tradicional pan artesanal o las ricas hojaldras que en la “Tierra del Canto” las personas mayores bautizaron como “pan de chirimía”, inundan las calles aledañas al mercado municipal con su peculiar aroma.
“Limoneeees, a veinte la bolsita, ¿va a llevar?”, grita una de las tantas vendedoras mientras disfruta de un pan y su calientito champurrado, mientras se persigna por su primera venta y con la esperanza de terminar temprano la vendimia.
En este día de plaza, sinónimo de un día de tianguis en las junglas de asfalto, pueden encontrar productos 100% frescos y “criollitos”, dice una ama de casa al mismo tiempo de elegir lechugas y rábanos, pues comenta, hoy se reunirá la familia y se van a “echar un pozolito”.
Muchas veces, no conocemos el esfuerzo que cada uno de los vendedores realiza para llegar a este espacio, en ocasiones con sueño y hambre, pero siempre con la ilusión de una buena venta, por tal motivo, “NO LES REGATEES”, valoremos su esfuerzo, seamos empáticos y apoyemos su emprendimiento.